“Un hijo nunca se olvida”: Acuden familiares de angelitos a visitar sus tumbas en el panteón Civil de Culiacán

Culiacán, Sinaloa.- Con globos y flores en mano, algunos con juguetes, desde primera hora de este 1 de noviembre, decenas de personas empezaron a llegar al panteón Civil de la ciudad de Culiacán, para pasar un rato con sus angelitos que se fueron al cielo, a quienes les arreglaron sus tumbas y honraron en su día.

Entrevistados por Los Noticieristas, los dolientes expresaron su sentir por esta fecha, el Día de los Angelitos, y algunos narraron cómo fue que sus bebés partieron, a quienes no olvida, así hayan pasado muchos años, siempre los tienen en su mente y en sus corazones.

“Le hice unas florecitas, porque no tenía tampoco para comprarle flores, pero aquí ya; mi hijo y una tía. No mi niño, tuve un accidente, me nació, me duró dos meses vivo y se me murió. No, los hijos nunca se olvidan”, “no nos debemos de olvidar, es cierto que dicen que a veces que no están aquí, pero sí siente uno que está, por lo menos, algo de parte de uno aquí en el panteón. Mi mamá me acostumbró desde que tenía como seis años”, externaron.

Desde antes de las 7:00 de la mañana, uno de los padres de las decenas de pequeños que están sepultados en el panteón Civil, llegó a limpiar la tumba de su niño, que falleció hace 40 años, quien murió después de recibir una inyección mal aplicada por una enfermera, y, a pesar de que ya pasaron todos estos años, lo sigue recordando, ya que, para él, quien olvida a un hijo, no se quiere ni así mismo.

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“La gente que deja a sus criaturas olvidadas de a tiro, no se quieren ni solo, yo creo; aquí hay tumbitas que jamás han venido. Estuvo 15 días en aquella famosa Clínica Infantil, y una enfermera le puso una inyección y, adiós”, “son mis hermanos, mi madre antes de morir, tenía ese pendiente, que no dejáramos de venir, no los olvidáramos, y nosotros cada año venimos”, precisaron.

Las tradiciones siguen estando presentes entre la sociedad, lo cual se pudo apreciar en este camposanto, el cual empezó a cobrar vida entre los muertos, con la presencia de la gente y las decoraciones de las tumbas, con colores y objetos tiernos, que, muchos pequeños, no alcanzaron a disfrutar debido a su corto paso por este mundo.

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Con información de LosNoticieristas