La Iglesia católica sigue sin garantizar que se denuncien los abusos clericales, dice la comisión del papa Francisco
(CNN) — Partes de la Iglesia católica romana siguen sin garantizar que los abusos sexuales cometidos por clérigos se denuncien adecuadamente, dijo este martes la comisión de protección de menores del papa Francisco, expresando su preocupación por la “falta de transparencia” en la gestión de los casos por parte del Vaticano.
En su primer informe anual, la Comisión Pontificia para la Protección de Menores examinó los protocolos de salvaguardia de obispos en 17 diferentes partes del mundo, junto con cómo la administración central de la Iglesia procesa los casos.
“En ocasiones, la comisión encontró una preocupante falta de estructuras de denuncia y de servicios de acompañamiento a víctimas y supervivientes”, dice el informe. “La comisión encontró una preocupación persistente respecto a la transparencia en los procedimientos y procesos jurídicos de la Curia Romana (la administración central de la Iglesia). La comisión señala que esto seguirá fomentando la desconfianza entre los fieles, especialmente entre la comunidad de víctimas y supervivientes”, añade el informe.
La elaboración del informe fue liderada por Maud de Boer Buquicchio, ex relatora especial de la ONU sobre la explotación sexual de niños y miembro de la comisión establecida por el papa en 2014. Francisco pidió a la comisión hace dos años que elaborara un informe anual sobre iniciativas de protección infantil, con el objetivo de ayudar a traer “transparencia y responsabilidad” en el tema del abuso.
El informe examinó a Papúa Nueva Guinea, uno de los países que el papa visitó el mes pasado, encontrando que los obispos de Papúa Nueva Guinea y las vecinas Islas Salomón tienen una “provisión inadecuada para diferentes tipos de servicios de apoyo a víctimas/sobrevivientes” y que “las víctimas/sobrevivientes no juegan un papel directo en la formulación de la política de salvaguardia de la Iglesia”.
Mientras tanto, en Camerún, la comisión encontró que “los desafíos culturales generan una vacilación para abordar el problema del abuso de frente” y que “esta vacilación es compartida por algunas autoridades de la Iglesia”.
El informe de la comisión incluye críticas a la oficina del Vaticano responsable de tratar los casos de abusos sexuales cometidos por clérigos, afirmando que la falta de transparencia y la lentitud de los procedimientos “pueden ser una fuente de retraumatización” para las víctimas. Indicó que este organismo, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, solo ha “compartido públicamente información estadística limitada sobre sus actividades”. En cuanto a la oficina del Vaticano responsable del clero, el informe mencionó una preocupación de que las “evaluaciones psicológicas” para futuros sacerdotes “puedan ser minimizadas en los procedimientos de selección”.
El informe también cita preocupaciones sobre los procedimientos antiabuso dentro del brazo caritativo global de la iglesia, Caritas, y menciona el caso de Luk Delft, quien, según informó CNN, fue acusado de abusar de niños mientras era director de Caritas en la República Centroafricana.
La comisión del Vaticano para la protección de menores está liderada por el cardenal Sean O’Malley, el arzobispo retirado de Boston, quien ha desempeñado un papel significativo en la respuesta de la Iglesia a la plaga del abuso sexual clerical. Aunque el informe destaca varias preocupaciones sobre cómo se está manejando el abuso, señala que hay “muchos otros casos en los que la Comisión se sintió profundamente alentada por el régimen de salvaguardia robusto y profesional”.
Con información de CNN