Millonaria Inversión en la Reconstrucción de la Casa del Marino de Mazatlán, Pero… Sin Accesos para Discapacitados
Gabriel Cortés, un artista al óleo que pinta con la boca y su amigo Sergio Gámez, jubilado y también con capacidades diferentes, ponen el dedo en la llaga de la insensibilidad de constructores y funcionarios públicos, pues en entrevista conjunta llaman la atención que la reconstrucción de la Casa del Marino, ahora Museo con áreas de esparcimiento, recreación y cultura, quedó hermosa, moderna, funcional y como otro de los grandes atractivos turísticos de Mazatlán, pero… sin rampas y accesos para las personas con discapacidad, sobre todo en sillas de ruedas.
Don Sergio, con sus más de 70 años encima se mueve en sillas de ruedas y dice que la rehabilitación de la casa del Marino fue un gran éxito y logro del patronato, mazatlecos y de las autoridades mismas, pero no consideraron a las personas con capacidades diferentes. Tampoco para el ingreso y visita, en la parte de atrás, del icónico e histórico Fuerte 31 de Marzo.
En las entrevistas, precisamente, a las entradas de la Casa del Marino, en uno de los más hermosos lugares del Malecón o Paseo Claussen, a orillas del inmenso Océano Pacífico y de atardeceres de ensueño, el señor Gámez dice que por la entrada principal es imposible entrar porque hay varios escalones y por un lado, donde era una especie de estacionamiento, ahora hay un área para patinar y rodeada de un mar de arena que hace imposible transitar en sillas de ruedas, so riesgo de atascarse.
En las preguntas con el pintor Gabriel Cortés, responde que no sólo en la Casa del Marino se aprecia la insensibilidad de funcionarios o constructores, sino que hay muchos lugares de Mazatlán, como restaurantes, algunos hoteles, hasta las calles mismas, en donde no hay accesos o rampas para las personas con discapacidades.
Cortés, a sus más de 40 años, urgió a la nueva presidenta municipal de Mazatlán, Estrellas Palacios, para que tome cartas en el asunto y solicite a la autoridad competente se realicen las adecuaciones necesarias en la Casa del Marino, porque “nosotros, con discapacidades, también tenemos derechos y somos parte de una sociedad mazatleca, incluso que trabajan y pagan impuestos”.
Recuerda que la vieja Casa del Marino tenía accesos para discapacitados y hasta para llegar al Fuerte 31 de Marzo.
Don Sergio también le solicitó a la alcaldesa Palacios Domínguez que vea por una política y un programa de apoyo a las personas con capacidades diferentes, sobre todo en la movilidad. Dijo que tal vez en algunos restaurantes les importe poco las
rampas de acceso, pero la Casa del Marino es un lugar muy público y uno de los nuevos atractivos turísticos de Mazatlán.
Con información de SinaloaEnLinea