Fe que camina: Mazatlán revive con devoción el Viacrucis de Jesús

MAZATLÁN.- En medio del calor y el murmullo de oraciones, el corazón de los feligreses volvió a latir al ritmo de la fe con la que Mazatlán revive el Viacrucis, camino de Jesús a la muerte de cruz.
Como cada año desde hace más de cuatro décadas, la escenificación del Viacrucis de Jesús reunió a cientos de personas en las calles que rodean la Parroquia de María del Mar, para revivir uno de los momentos más conmovedores del calendario católico: la Pasión y Muerte de Cristo.
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Desde las primeras escenas, cerca de las 11:00 horas, el silencio fue cediendo paso a la emoción.
Los actores, feligreses comprometidos, dieron vida a cada paso del camino hacia el Gólgota con un realismo y entrega que calaron hondo entre los presentes.
Más que una dramatización, fue un acto de devoción compartida, una manera viva de entender el sacrificio de Jesús.
El sol brilló con intensidad, como si quisiera ser parte del momento. Iluminó cada estación, cada mirada, cada oración dicha en voz baja.
Tomando la avenida Carnaval y Miguel Alemán, la procesión siguió su curso hacia la Colonia Lázaro Cárdenas, regresando finalmente al Fraccionamiento Playa Sur, donde se ubica el Templo María del Mar, donde todo comenzó.
“Esto no es un espectáculo. Es una representación espiritual de lo que vivió nuestro Señor. Cada quien se prepara desde el alma”, expresó el párroco Manuel Carrasco Salazar.
Resaltó que el verdadero valor de este acto radica en sentir, aunque sea por un momento, el sufrimiento de Cristo por amor a la humanidad.
Mazatlán revive el Viacrucis en sus 14 estaciones
El Viacrucis recorrió con precisión las 14 estaciones: desde la condena a muerte, la primera caída, el encuentro con María, hasta el momento en que Jesús es clavado en la cruz.
En cada paso, los rostros de los asistentes revelaban conmoción, recogimiento, y para muchos, lágrimas.
La procesión de los nazarenos marcó el inicio del recorrido. Feligreses, locales y turistas se unieron espontáneamente.
Algunos salieron de sus hogares, por un momento, como si todo Mazatlán hiciera una pausa para contemplar, reflexionar y acompañar.
Este Viernes Santo, no solo se recorrieron calles: se recorrieron emociones, recuerdos, promesas personales.
Y en cada estación, quedó sembrada una semilla de fe que, año con año, florece en la comunidad católica del Mazatlán, que año con año revive el Viacrucis.
Con información de PuntoMx